Fue una impresión entrar en la sala de las blondas y ver que parte de mi mantilla ocupaba todo lo largo de la habitación. ¡Nunca pensé que fuera tan expectacular!
Pero al entrar en la sala, parecía estar diciéndome: ¿CUANDO ME VAS A ACABAR?. Estaba montada de forma que se veía perfectamente todo lo que falta para completarla. ¡Pero no queda tanto!, ¡solo una tira más!. Les daba miedo colocar todas las tiras que les llevé, incluidas las blondas exteriores. Y no me extraña. Cuando la desmontamos pudimos comprobar con qué mimo y cuidado estaba colocada. Estoy convencida de que yo no lo habría hecho mejor.
Quiero que perdones por la calidad de las fotos. Cuando tu hijo, tu marido o el vendedor de la tienda te diga que es la mejor cámara del mundo y que hace las fotos sola: ¡NO TE LO CREAS!. Cierto es que todas las piezas estaban protejidas por celofan y reflejaba mucho las luces artificiales de las salas. Yo haré el encaje primoroso, pero lo de las fotos lo llevo fatal...
Continuará
martes, 18 de noviembre de 2014
domingo, 2 de noviembre de 2014
¡DIABÓLICO!
De nuevo preparé bolillos e inicie, con todo en orden, la pieza.
Tenía sólo cuatro días por delante...
Utilicé en parte lo que me había quedado del desastre anterior, ya que no sabía si iba a quedar suficiente hilo en la bobina. ¡GRAN ERROR!. Llegó un momento en que tenía un montón de hilos como lo que ves. Todos anudados a otros intentando que por los pelos llegaran hasta el final de la pieza. Al final lo conseguí; para colmo, creo que me ha sobrado hilo para dos piezas más...¡es que 1000 metros de seda es mucha seda!
Y al final llegué a tiempo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)